“Ese dolor de la espalda me está matando y no se me pasa con antiinflamatorios”

“Tengo un puntito en el hombro que me da dolor a todo el brazo”

"¿Qué es eso de los puntos gatillo?” 

Para entender este post, antes de nada, tenemos que dejar clara la diferencia entre las “Contracturas” y los famosos “Puntos Gatillo” o “Trigger Point”. No es lo mismo y, por lo tanto, no se trata de la misma manera. 

¿Qué diferencia hay? 

La función muscular es contraerse y relajarse en respuesta a las demandas que les solicitemos. El impulso nervioso en las fibras musculares produce la contracción; acto seguido se genera una relajación sistemática de esas mismas fibras. Entonces, cuando le pedimos a nuestro músculo levantar un peso del suelo, el músculo tiene contracciones-relajaciones constantes permitiendo al músculo contraerse el tiempo que necesitemos para realizar la tarea. Es por eso, por lo que el musculo, tras la contracción debe dejar estirarse y mantener un tono determinado.  

Según defiende la bibliografía científica actual, en el Síndrome de Dolor Miofascial (SDM), la placa motora (unión entre la neurona que manda el impulso nervioso para la contracción musculares y la fibra muscular que se contrae) se encuentra en disfunción. Esto produce una liberación espontánea y superior a lo habitual de Acetilcolina (neurotrasmisor implicado en la contracción muscular). Los famosos “Puntos gatillo” conforman este síndrome, caracterizado por la rigidez muscular, el dolor localizado y/o referido y la debilidad muscular. 

Según dicen Travell y Simons (precursores de esta afección clínica) en el SDM aparecen tres componentes básicos: 

• Una banda tensa en el músculo afectado. 

• Un punto o zona hiperalgésica 

• Un patrón característico de dolor referido a otra zona corporal. 

Cualquier traumatismo agudo, microtraumatismos por repetición, contracción mantenida en el tiempo y otros factores estresantes pueden desencadenar la formación de un “Punto gatillo”. 

Por otro lado, una “contractura” es el acortamiento mantenido del músculo u otros tejidos que no permite la relajación post-contracción necesaria y biológica. A menudo, responde como respuesta de defensa a un problema inflamatorio adyacente, por ejemplo, una inflamación articular. Pero otras son de origen no muy claro como la contractura de Dupuytren. 

Pese a que ya entiendes un poco las diferencias entre estos dos términos tan comunes y tan poco comprendidos, la valoración es algo más compleja que todo esto. Por este motivo, en móvent Fisioterapia y Movimiento estaremos encantados de valorar tus síntomas y poder ofrecerte el mejor tratamiento que se centre en tus objetivos y necesidades. Contamos con especialistas en constante actualización sobre las diferentes patologías musculares.  

Como todo dolor muscular, el ejercicio es nuestro gran aliado para la disminución de los síntomas y para mejorar las capacidades musculares, reduciendo el riesgo de recaída. No dejes de visitar nuestros programas de ejercicio. 

A su vez, podemos abordar estas disfunciones desde la fisioterapia no invasiva (masoterapia, movilizaciones articulares…) o invasiva (punción seca).  

Consúltanos sin compromiso.